Vergüenza Federal
La violencia volvió a teñir nuestro fútbol. Juzgar la determinación de un árbitro con agresión, se haya o no equivocado, habla de cobardía. Reprimir por el solo hecho de tener jerarquía laboral, es abuso de autoridad y no se justifica. Los antecedentes entre Compañía y 9 de Julio de Chacabuco no eran los mejores y para este encuentro desde el lado organizativo y responsables de la seguridad, en su afán de querer impedir un nuevo capítulo oscuro, se logró escribir la página más bochornosa de los últimos tiempos.
No ganó nadie, al contrario, perdieron todos. El fanatismo enfermizo no logró otro cometido que tomar malas decisiones. La medida preventiva de jugar el cotejo a puertas cerradas fue correcta, pero el modo de llevar adelante el operativo policial tuvo fallas enormes, inclusive desde antes que arrancara a jugarse el partido, que trajeron consecuencias de las que entristecen.
EL PARTIDO
No podía imaginarse otro tipo de encuentro que de dientes apretados, porque si bien los dos tienen jugadores para desarrollar un juego asociado digno de observar, la realidad de tener que sumar para clasificar a la próxima instancia hizo que no solo se tomaran recaudos, sino que también cada oportunidad que se presentaba, aprovecharla como agua en el desierto. Si bien de movida fue 9 de Julio quien tuvo la iniciativa, se quedó en eso porque careció de profundidad y Compañía fue quien llegó con peligro a los 17’, por intermedio de Monacci que ganó en las alturas pero direccionó débil la trayectoria del balón y Keizer supo controlar sin complicaciones.
El presente que vive Carlos Monacci es muy auspicioso y el Lagarto lo aprovecha. Con 24’ de juego, llegó el centro de Páez desde la izquierda y el anticipo del 11 ante la marca de los dos centrales del Lobo fue tan determinante como certero: zurdazo a la carrera y a cobrar. Golazo para que Compañía empezara a acercarse a la clasificación.
1-0: Gran definición de Monacci con pierna zurda para darle la victoria parcial a Compañía.
La ventaja le dio algo de alivio al equipo de Alejandro Santana que aun así buscó aumentar la diferencia utilizando bien los dos costados donde Giménez y Páez tenían la explosión para desequilibrar. Por su parte, 9 de Julio fue despertando lentamente y tuvo dos ocasiones que sirvieron para emparejar el encuentro, pero no para trastocar el resultado, que en definitivas es lo que cuenta. A los 28’, Orellana probó al arco y la pelota hizo un efecto raro al picar que complicó a Ripoll y debió mandarla al corner. Un rato después, tras un tiro libre ejecutado por Flores, el cabezazo bombeado de Villán encontró la gran intervención del arquero para sacarla por arriba del travesaño. Así se fue la primera parte.
Villán mira como Ripoll saca al corner su cabezazo, mientras Mateos y Conte, reclaman.
Con un puñado de minutos de acción complementaria, Compañía estuvo cerca del 2-0, porque Páez se juntó con Monacci y el delantero definió con potencia pero Keizer, con los pies, despejó el peligro. Dos minutos más tarde, Villán se impuso en el juego aéreo, pero el palo devolvió el balón y Mateos llegó a despejar cuando se arrimaba Montero para convertir. Fue sin dudas el mejor momento de 9 de Julio, ya que a los 10’ y tras un tiro libre, el cabezazo de Velázquez se fue pegado a palo derecho de Ripoll y en el minuto 21’, nuevamente Velázquez protagonizó una chilena dentro del área que se fue por arriba del travesaño.
Otro cabezazo de Villán trajo peligro, pero el palo salvó primero a Ripoll y luego Mateos, despejó.
Era notorio que 9 de Julio tenía la obligación y que definitivamente había tomado el rol de protagonista, mientras que Compañía estaba pecando el no encontrar la llave de cerrar el triunfo. A los 30’ se invirtieron los roles, Colombini metió el centro al corazón del área y Monacci, de frente al arco y con Keizer achicando, definió alto. Tres minutos pasaron hasta que Monacci tuvo una nueva acción en sus pies, pero volvió a perder con el arquero de 9 de Julio.
En su desesperada búsqueda, el elenco de Mario Gambini encontró la igualdad en una jugada que debió haber sido invalidada. A los 39’ Montero corrió por la derecha como wing y metió el centro rasante al ras del piso que se le escabulló a Ripoll, dio en el primer palo y recorrió toda la línea hasta llegar al otro, donde Flores, yendo con las dos suelas hacia adelante, se arrojó ante la pelota libre y Mateos que buscaba despejar y convirtió el gol que le daba la clasificación al Lobo.
1-1: Flores empató el partido con un gol ilegitimo, ya que fue a disputar la pelota con las
dos piernas hacia adelante.
El poco margen de tiempo para ir a buscar un nuevo gol no le dio alternativas a Santana que mandar a la cancha a Ragone. Mientras 9 de Julio defendía con uñas y dientes, Compañía iba con todo el amor propio en busca del gol salvador. Hasta que a los 48’ Cuello le ganó la pelota a Villán, quien cayó tendido acusando un codazo, lo que Maccheroni dejó seguir, y metió un pelotazo entre los centrales para Colombini que cuando buscaba parar la pelota tuvo un contacto con Velázquez en el límite del área mayor y cayó desplomado. Instantáneamente, el árbitro rosarino, Maximiliano Macheroni hizo señas de que nada había sucedido para él y cuando el juego se prestaba a continuar, comenzaron las protestas de los jugadores y cuerpo técnico del verde, lo que obligó a la detención del partido.
Colombini cayó desplomado en el área y todo Comoañía reclamó penal. A raíz de esa polémica, iniciaron los bochornosos incidentes.
El clima estaba enardecido con Macheroni custodiado por los efectivos policiales y como si fuera poco, un grupo de hinchas de Compañía que estaban ubicado en los techos del CEF (no se debió permitir eso desde la previa) saltó un tapial y se metió al predio de la cancha para aún empeorar el panorama, lo que originó la represión de la policía con balas de goma. Un escenario que lejos estaba de parecerse a un partido de fútbol. Una gota enorme más para llenar el vaso de la irresponsabilidad social, el poco respeto y la falta de sentido común. Errar es humano.
La página final de esta historia quedará en las manos de las autoridades del Tribunal de Penas del Consejo Federal teniendo en cuenta lo que haya informado el árbitro del partido, Maximiliano Macheroni.
Compañía 1
José L. Ripoll
Juan Cuello – Gonzalo Conte – Leandro Candia – Nicolás Mateos – Leandro Peratta
Leandro Giménez – Gianfranco Vignieri – Nicolás Páez
Nicolás Colombini – Carlos Monacci
DT: Alejandro Santana.
9 de Julio (Chacabuco) 1
Emanuel Keizer
Fernando Durante – David Orellana – Jonathan Velázquez – Tomás Frontera
Guido Montero – Maximiliano Blanco – Matías Díaz
Fernando Flores
Darío Villán – Facundo Bruschi
DT: Marío Gambini.
Goles
24’ PT Carlos Monacci (Compañía).
39’ ST Fernando Flores (9 de Julio).
Cambios en Compañía
38’ ST Gonzalo Polanco x Carlos Monacci.
42’ ST Francisco Ragone x Nicolás Mateos.
Cambios en 9 de Julio (Ch)
21’ PT Sebastián Naya x Facundo Bruschi.
20’ ST Matías López x Tomas Frontera.
42’ ST Agustín Bruno x Sebastián Naya.
Suplentes en Compañía: Nicolás Monacci, Mariano Parrillo y Alejandro Santana.
Suplentes en 9 de Julio (Ch): Juan Cerella y Esteban Stupiello.
Incidencias: El partido fue suspendido a los 50’ ST.
Juez: Maximiliano Macheroni.
Asistentes: Jonathan Mapelli y Walter Martínez.
Saldo variado
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