Carlos Miserda: “La vida es esto, es disfrutar de lo que te gusta”

El mundo atraviesa la Pandemia del Coronavirus desde Marzo del 2020 y acá en Salto no fue la excepción. Puntualmente, la Familia Miserda debió afrontar situaciones delicadas, muy difíciles que, con mucha fuerza y unión pudieron sacar adelante. Carlos Miserda se recuperó tras haber tenido días complicados y hoy, a varios meses de ese recuerdo feo, pudo vivir un momento hermoso junto a su hijo con el que comparte la pasión por los fierros: “Después de estos dos años del Covid-19, esto es un regalo que nos da la vida. Estoy muy contento de poder compartir todo esto con mi familia, con los chicos del taller, Guille y Augusto que realmente laburaron un montón, hubo muy buena vibra en todo sentido. Además, volver a subir arriba de aun auto y disfrutar con mi hijo el mismo auto es algo muy lindo y lo logramos hacer. La vida es esto, es disfrutar lo que te gusta y lo que podes hacer”.

Antes de entrar en lo que ocurrió el último fin de semana en La Plata, el ex piloto de TC recordó como, allá por Septiembre del 2020, pasó de recuperarse de Covid-19 a estar acompañando a Ayrton en su primera incursión en TC Pick Up: “Salí un lunes del Hospital y cuando llego a casa hablo con Ayrton y me dice que había dado todo de baja y que no iba a correr en TC Pick Up. Automáticamente, con la poca voz que tenía, lo llamé a Christian Dose y le dije que nos alquilara la camioneta porque quería que Ayrton corriera. Terminamos hablando por mensajes porque yo no podía hablar mucho, pero le dimos par adelante”. El sentimiento tan fuerte que Carlos tiene por el automovilismo hizo que rápidamente diera vuelta la página después de pasar un delicado momento de salud y apoyara a su hijo menor en un nuevo camino dentro del automovilismo nacional: “El fin de semana nos fuimos con Ayrton con una casilla que pedimos prestada a San Nicolás y él debutó en TC Pick Up. Sinceramente, él no podía perder la oportunidad que tenía de que corriera. Fue muy lindo, muy hermoso pero mi familia estaba en total desacuerdo, me decía que estaba totalmente loco y sí, la pasión que llevo adentro por el automovilismo hace que a veces parezca que estuviera loco”.

La posibilidad de volver a subirse a un auto quizás no pasaba por la cabeza de Carlos Miserda y menos, de hacerlo con Ayrton en un fin de semana de Turismo 4000 Argentino. Consultado al respecto, Miserda padre, sostuvo: “No le di mayor importancia, sinceramente, a prepararme un poquito físicamente, quizás debí hacer un poco más para estar a la altura porque el Covid-19 me dejó medio sin fuerzas y acá requerís de mucha respuesta física para estar arriba de un auto, pero de cualquier forma lo disfrutamos. Después, en otro orden de cosas, reconozco que me faltaron vueltas. El viernes tuvimos un problema que se nos cortó la cañonera así que eso me privó de poder girar, pero más allá de eso, el orgullo mío es que el auto anda muy bien y está para pelear la punta en cualquier lugar y con un piloto como Ayrton desde ya”.

A pesar de que fue un momento de total disfrute, Carlos Miserda tuvo su análisis 100% deportivo y reconoció tanto los puntos altos como los bajos de su regreso: “Sabía que físicamente me faltaba pero cuando largamos la carrera volví a estar, más o menos, en el nivel que supe estar. La vuelta previa fue hermosa, la primera vuelta también y a eso súmale que pude pasarlo a Fulcheri por afuera en el curvon cuando hacía cuatro años que no corría y el auto me lo permitió”.

La Final para pilotos invitados terminó repentinamente para Miserda y, a pesar de que no pudo estar mucho en pista en lo que era el regreso a la actividad en esta jornada especial, valoró cada momento vivido y hasta se mostró satisfecho por una maniobra de superación que protagonizó en el inicio de la carrera: “Cuando hace el trompo Selva me ensucia el parabrisas y no veía bien y como había llovido toda la noche, a la entrada de la recta, en la orilla del piano, había agua entonces cuando enfoco en la recta y toco el piano hago el trompo y bueno, lamentablemente salí de ahí con todo el parabrisas lleno de barro y la tecla del parabrisas estaba trabada así que más adelante en el curvon pasé de largo porque directamente no veía nada. Fue cortita pero sé que hubiéramos andado muy bien porque el auto respondía”.